POLO CARRERA
Es
el mejor jugador que ha tenido Liga. Un hombre simbolo que sirve de inspiración
para la causa azucena.
Es
el único caso en los 67 años de Liga Deportiva Universitaria, que un
futbolista nacido en su casa, haya sido campeón local (AFNA 1966 y 1967) y
nacional (Federación Ecuatoriana de Fútbol 1975). Y que luego, como entrenador
le haya guiado a un título nacional (1990). Paul Fernando Carrera Velasteguí
es, sin duda alguna, el personaje que más ha querido la hinchada
universitaria, que le ha escrito canciones, libros, revistas, en su honor. Y lo
que es más, que sigue suspirando por su regreso.
Y la verdad es que Polo, nacido en Quito el 11 de enero de 1945, siempre
se hizo recordar por la gente de Liga. Sus idas y venidas, sus llegadas y ale-
jamientos, han sido el denominador común de los últimos 37
años. Sí, puesto que llegó en los albores de los años 60, llevado de la mano de
Rodrigo Paz, a quien deslumbró con su maravilloso fútbol de toque, creación,
imaginación.
Es socio de LDU, pronto tendrá una suite en la Casa Blanca. Y, seguro,
regresará. Hoy por hoy su nombre está escrito en mármol al ingreso de la
general norte, en donde de ubicará la “barra tuca”, porque ese sector se llama
“Tribuna Polo Carrera”. Así su nombre será eterno.
Leyenda
viviente
La historia del futbol se escribe con
nombres propios, la de Liga también. Son los que hacen
posible un sueño, los que dibujan
una gambeta, equilibran al conjunto o certifican un resultado con su gol. Y Polo Carrera anotó más de un centenar de
goles a su paso por LDU, ratificando sus pergaminos.
Es, simplemente, el mejor futbolista que ha tenido el club, porque rnanejó
el equipo desde adentro y desde afuera, con su calidad futbolística y su
integridad humana. Baluarte de la delantera, dueño de la camiseta 10.
Talentoso, desequilibrante en la cancha, formó con Tito Larrea un dueto que enloqueció a las defensas. Siempre encontró el instante
justo para anotar o dejar un balón al servicio de
Coutinho,
Juan José Pérez u Oscar Subía, quienes se hicieron goleadores, porque tenían
junto a ellos a un hombre con una premisa insobornable:
jugar para el equipo.
Campaña
de triunfos
Hablar de Polo Carrera es decir que Jugó en Liga entre 1 960 y 1968, con
breves pasos por D. Quito en Copa Libertadores, Fluminense de Brasil y
Barcelona de Guayaquil. Fue al Peñarol de Uruguay en 1968 y 1969. En 1970
estuvo en River uruguayo. El fútbol ecuatoriano lo recuperó a través de El
Nacional en 1971, jugando hasta 1973 con los militares, año que fueron
campeones. En 1974 fue a la
Católica.
Volvió a Liga en 1975 y fue campeón. Se fue en 1978 a la Católica.
En 1981 vistió lo colores del América. Otro regreso a Liga en 1982. En 1983 se
puso la camiseta del Quito. Y el 6 de febrero de 1984 frente al Crasshopper de
Suiza le dijo adiós a la pelota de futbol, pero con la camiseta alba en el
estadio Olímpico.
Una historia de amor con Liga. Con los respectivos enojos. Idas y
regresos, gracias a que la hinchada siempre leliarnó. América y el mundo lo
vio jugando la Copa Libertado-res en Liga, Quito, Nacional y Católica. Vistió
siempre la blusa de la Selección de Ecuador y la America (1975).
Como entrenador empezó en Liga
campeón 1990. En 1992 se fue a Espoli, un año más tarde a El Nacional, luego al
Aucas y desde 1996 está en D. Quito.
¿Polo, cuándo vuelve a Liga? Lo están esperando.
Antología
de Polo
Días antes de la inauguración del estadio de Liga, recibió a Revista
ESTADIO en Carcelén. Entre enojado con el editor de la revista y sonriente, se anirnó a decir:
“El día que definimos el paso a la segunda fase de la Copa
Libertadores de América con Deportivo Cuenca, en Guayaquil, en 1976 y ganamos
2-1, estando sentando en la mesa del restaurante del Hotel Ejecutivo, vino
Rodrigo Paz y me baño con champán, diciendo que “los mejores se bañan con lo
mejor”.
“El momento más glorioso que tuve en Liga fue cuando fui a la
selección de América en 1975, después de un partido con Unión Española en
Quito cuando le ganamos 4-2, tuve el gusto de anotar un gol para muchos fue uno
de los más fantásticos”.
“Lo mejor que ha sucedido en estos días en LDU es la unión de ex
dirigentes. No sólo es bueno tener una infraestructura de primera como el complejo
de Pomasqui, hoy ese maravilioso estadio y el mismo colegio. Lo que le da
vida a la institución es el futbol. Veo que este año va a estar bien manejado,
eso hará que la hinchada vuelva a creer en tan noble institución”.
“Nadie mejor que yo para querer a Liga”, dijo un día. Polo Carrera, la
alegría de Liga. El hijo que volverá...